Han sido muchos años de plena dedicación a su país. Sin duda, la etapa más importante de sus vidas pero que ahora llega a su fin. Las emociones están a flor de piel y son momentos en los que estarán echando la vista atrás y recordarán todos aquellos momentos que no podrán olvidar jamás. Es por ello que la despedida de sus conciudadanos ha sido aún más difícil. Este domingo, Alberto y Paola de Bélgica cederán el testigo a su primogénito, el príncipe Felipe, que reinará acompañado por su esposa, la princesa Matilde, y este viernes tuvo lugar en la localidad belga de Lieja su último acto público como soberanos.
Alrededor de 8.000 personas quisieron arropar a los reyes Alberto y Paola y mostrarles su apoyo incondicional con numerosos ramos de flores, cartas y continuas muestras de afecto con las que les demostraron su cariño y admiración por todos estos años en el trono. Se dieron un verdadero baño de multitudes por las calles del centro de la ciudad, antes de trasladarse al balcón de la casa consistorial, donde protagonizaron los momentos más entrañables de la jornada. La reina Paola no sólo le dio un cariñoso beso a su marido mientras éste saludaba al público, sino que además no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar, demostrando la emoción que la embargaba en esta despedida.
© 2000-2022, HOLA S.L., Madrid – Miguel Ángel, 1 – 28010 – Madrid (España)
hola.com